Claribel Alegría fue una escritora, poeta, narradora, ensayista y traductora nicaragüense.Su infancia transcurrió en El Salvador, la tierra de su madre Tradujo al español autores anglosajones, poesía feminista y poesía chicana. Transitó varios géneros literarios y se destacó en poesía, narrativa y ensayo. Ganó importantes premios. Crítica, defensora de la democracia, el respeto y la libertad, su obra está cargada de compromiso social y es usada como una herramienta de denuncia contra las injusticias.
Brilla el agua
en mi piel
y no la siento
corre a chorros el agua
por mi espalda
no la siento
me froto con la toalla
me pellizco en un brazo
no me siento
comienzo a vestirme
a tropezones
de los rincones brotan
relámpagos de gritos
ojos desorbitados
ratas que corren
dientes
aún no siento nada
me extravío en las calles:
niños con caras sucias
pidiéndome limosna
muchachas prostitutas
que no tienen quince años
todo es llaga en las calles
tanques que se aproximan
bayonetas alzadas
cuerpos que caen
llanto
por fin siento mi brazo
dejé de ser fantasma
me duele
luego existo
vuelvo a mirar la escena:
muchachos que corren
desangrados
mujeres con pánico
en el rostro
esta vez duele menos
me pellizco de nuevo y ya no siento nada
simplemente reflejo
lo que pasa a mi lado
los tanques
no son tanques
ni los gritos
son gritos
soy un espejo plano
en que nada penetra
mi superficie
es dura
es brillante
es pulida
me convertí en espejo
y estoy descarnada
apenas si conservo
una memoria vaga
del dolor.
Hoy es noche de sombras
de recuerdos-espada
la soledad me tumba.
Nadie que aguarde mi llegada
con un beso
y un ron
y mil preguntas.
La soledad retumba.
Quiere estallar de rabia
el corazón
pero le brotan alas.
Aquí estoy
Aquí estoy, otra vez,
encerrada en mi anillo de silencio,
queriendo adivinar la voz del mundo
que llega a mí confusa.
Oigo de lejos al dolor,
no sé el canto de gozo,
una pared de niebla me rodea
y es de fuego mi angustia.
¡Ven en mi ayuda, viento,
rompe mi cárcel leve y llévame a una isla sin murallas
donde pueda escuchar todas las voces!
The American way of death
Si arañas día y noche la montaña
y acechas detrás de los arbustos
(la mochila–fracaso va creciendo,
abre grietas la sed en la garganta
y la fiebre del cambio
te devora),
si eliges la guerrilla,
ten cuidado,
te matan.
Si combates tu caos
con la paz,
la no violencia,
el amor fraternal,
las largas marchas sin fusiles
con mujeres y niños
recibiendo escupidas en la cara,
ten cuidado,
te matan.
Si tu piel es morena y vas descalzo
y te roen por dentro las lombrices,
el hambre,
la malaria: lentamente te matan.
Si eres negro de Harlem
y te ofrecen canchas de fútbol
con el suelo de asfalto,
un televisor en la cocina
y hojas de marihuana:
poco a poco te matan.
Si padeces de asma,
si te exaspera un sueño
--ya sea en Buenos Aires
o en Atlanta--
que te impulsa de Montgomery
hasta Memphis
o a cruzar a pie la cordillera,
ten cuidado:
te volverás obseso
y sonámbulo
y poeta.
Si naces en el ghetto
o la favela
y tu escuela es la cloaca
o es la esquina,
hay que comer primero,
luego pagar la renta
y con el tiempo que te sobra
sentarte en el andén
y ver pasar los coches.
Pero un día te llega la noticia,
corre la voz,
te la da tu vecino
porque tú no sabes leer
o no tienes un cinco
para comprar el diario
o el televisor se te ha jodido.
De cualquier modo
te llega la noticia:
lo han matado,
sí,
te lo han matado.
Cultivó varios géneros literarios, entre los que fundamentalmente se encontraban la poesía, la narrativa y el ensayo. Sus cualidades en el arte de escribir le valieron importantes premios,
Cultivó varios géneros literarios, entre los que fundamentalmente se encontraban la poesía, la narrativa y el ensayo. Sus cualidades en el arte de escribir le valieron importantes premios,
Cultivó varios géneros literarios, entre los que fundamentalmente se encontraban la poesía, la narrativa y el ensayo. Sus cualidades en el arte de escribir le valieron importantes premios,
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