Circe Maia es una poetisa y docente uruguaya nacida en Montevideo. Para esta autora el lenguaje es una herramienta para descubrir aquello que a simple vista no puede verse. En este descubrimiento, la propia experiencia se convierte en palabras y ayuda a establecer un diálogo entre poeta y lector.
Ha publicado discos donde aparecen poesías recitadas por ella misma y varixs artistas han musicalizado algunos de sus poemas, convirtiéndolos en parte del bagaje cultural de Uruguay. Su poesía se expresa a partir de la sensibilidad, sobre todo auditiva y visual.
Un regalo - Poema recitado por la autora
Cambios
Unas veces el cambio se prepara
en forma subterránea pero estalla
de modo brusco, abierto:
nova en el cielo
grieta en la tierra
inundación de luz en plena noche
lengua de fuego
asoma sorpresivamente en la mirada
del otro, vuelto Otro, vuelto ajeno.
Otros cambios se gestan
imperceptiblemente.
De una oscura manera
de un modo
silencioso
lo que no estaba está y lo que estaba
es destruido.
Pero tan gradualmente
que siempre quedan restos:
de la mirada, alguna
chispa
alguna vez.
De la voz, algún eco
(palabra no enfriada
todavía).
***
El ruido del mar
Hay un tejido, una red luminosa
que tiembla en la arena, por abajo del agua.
Se ve a través del verde transparente
como una temblorosa trama.
Cuando la ola rompe su espuma
quedan burbujas sueltas, chiquitas
sobre la piel del agua:
brillan intensa, nítidamente
en seguida se apagan.
Por la suave curva de las olas
sobre su lento avance
sobre su amplio movimiento seguro
la luz resbala.
Se deslizan los resplandores
por los movedizos toboganes del agua.
Ruido del mar, qué golpe derramado
qué entreverada voz y qué sonido
tan confuso y oscuro
cuando todo en derredor está tan claro.
Todos los límites
firmes y recortados
todo con su color tan decidido
los colores tocándose
uno al lado del otro, sin mezclarse.
Y parece que cada uno: limpio
y liso azul, rojo tejado
verdor brillante
diera un sonido puro e inaudible
y todos un acorde fuerte y claro.
Pero el ruido del mar no se comprende,
se desploma continuamente, insiste
una y otra vez, con un cansancio
con una voz borrosa y desgranada...
Y no se sabe
qué es qué quiere o qué pide
el turbio ruido oscuro
cuando todo en derredor está tan claro.
***
A finales de agosto hay algo que estalla
en hojas pequeñísimas
La explosión silenciosa
tras verdes clarísimos
y hasta a veces en la punta de las hojas un tono
diferente, difícil de definir, brilloso.
¿Te molesta este tema tan manido?
No importa.
Ellas
–las hojas–
salen.
***
La mirada detrás de las palabras
Hay un dibujo
–nítido, negro
bien delineado–
sobre el muro: es la sombra
de aquellas altas ramas.
Nuestros ojos recorren de manera distinta
cada vez: doblan aquí o allá; se detienen, a veces
para tratar de verlo todo junto:
los caminos cruzados de las finas sombras
sobre el muro blanco.
Y hay urgencia en guardarlo en la memoria
pues le han salido a las ramas unos brotes
y también varios gajos
del futuro follaje.
Como charla aturdida
se moverán las hojas
se borrarán los finos caminos de las sombras
en la masa total de sombra informe.
Las ramas estarán, sin embargo, presentes
como mirada intensa
detrás de las palabras
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